¿Te has preguntado si existe alguna alternativa no tan invasiva para reparar lesiones en el hombro? Si la respuesta es sí, debes saber que la artroscopia es la mejor opción, con ella problemas como la luxación de hombro, lesiones al nivel del manguito rotador, entre otras, serán tratadas de manera rápida y segura. Todo esto sin tener que sufrir de una invasiva cirugía abierta.

Sigue leyendo y descubre todo lo que debes saber sobre esta novedosa técnica!

Tabla de contenidos.

  • ¿Qué es la artroscopia de hombro?
  • ¿Cuándo se debe realizar una artroscopia de hombro?
  • ¿Cómo es el procedimiento?
  • ¿Cuánto dura el procedimiento?
  • ¿Requiere de hospitalización?
  • Antes de la intervención
  • Después de la intervención
  • Ventajas frente a la cirugía abierta

¿Qué es la artroscopia de hombro?

La artroscopia de hombro es una técnica quirúrgica moderna que se caracteriza por ser mínimamente invasiva.

Esta técnica permite la visualización y reparación de las estructuras que componen la articulación del hombro, todo esto se hace a través de dos o tres pequeñas incisiones en la piel (cada una de las cuales no superan el centímetro y medio).

¿Cuándo se debe realizar una artroscopia de hombro?

El médico especialista solicitará una artroscopia de hombro cuando:

1. Exista una compresión subacromial.

2.Se haya identificado una lesión a nivel del manguito rotador o en la porción larga del bíceps.

3. El paciente presenta tendinitis calcificantes de hombro.

4. Exista algún problema a nivel de la articulación acromio-clavicular.

5. Se presenta hombro dislocado debido a inestabilidades de la articulación.

6. Se encuentre tejido suelto a nivel del hombro que necesita ser retirado.

7. El paciente padezca de síndrome de pinzamiento del hombro.

Procedimiento de la artroscopia de hombro

Para contártelo de manera sencilla, dividimos el proceso de esta cirugía en 6 simples pasos:

1- En primer lugar, se le administra la anestesia al paciente, la cual puede ser de dos tipos: Regional (el paciente estará consciente, pero no sentirá nada cerca del hombro) o General (el paciente se duerme y no sentirá absolutamente nada, esta es la que se utiliza con mayor frecuencia). En IMTRA, para el procedimiento de artroscopia de hombro utilizamos anestesia regional o general, según el caso.

2- Luego de haber administrado la anestesia se procede a colocar al paciente en una posición semisentada o de lado. Adicionalmente a esto se le coloca un dispositivo encargado de inmovilizar el brazo en donde se llevará a cabo la intervención.

3-Posteriormente, se realiza una incisión pequeña en el hombro (de aproximadamente media pulgada o centímetro y medio), por esta incisión se inserta el artroscopio. Este proyectará imágenes ampliadas de la articulación del hombro en una pantalla dentro del quirófano.

4- Luego el cirujano realiza la inspección de todos los tejidos que conforman al hombro. Entre estos se incluyen el cartílago, huesos, tendones y ligamentos.

5- Una vez identificadas las estructuras dañadas se procede a reparar el daño. Para eso se hacen de 1 a 3 incisiones más pequeñas que la anterior, por medio de las cuales introducirá otros instrumentos.

6- Una vez reparados los daños el cirujano cierra las incisiones realizadas con suturas (puntos) o grapas, posteriormente la herida se cubre con un vendaje. La sutura o las grapas serán retirados por el médico cuando la herida haya cicatrizado.

¿Cuánto dura el procedimiento en la artroscopia de hombro?

La duración de la artroscopia de hombro va a depender de la lesión existente en el hombro y desde luego de la reparación que se vaya a realizar, pero de manera general este procedimiento suele durar entre 45 y 120 minutos.

¿Requiere de hospitalización?

Sí, tras la cirugía el paciente debe pasar la noche en el hospital. Esto se hace para tener un control adecuado del dolor postoperatorio y la recuperación de la anestesia. Como se trata de un procedimiento no tan invasivo el postoperatorio suele ser poco doloroso, lo que permite una alta médica pasada las 24 horas.

Ventajas de la artroscopia frente a la cirugía abierta.

La mejor manera de explicarlo es por medio de una analogía. Veamos la cirugía abierta como un proceso en el que debemos abrir una ventana, una puerta, o incluso derrumbar toda una pared para poder ver dentro de una habitación, en este caso lo que podemos ver va a depender del tamaño de la ventana o puerta, teniendo en cuenta que después debemos cerrar esa ventana, puerta o incluso reconstruir la pared que derrumbamos.

En cambio, mediante la artroscopia, haríamos pequeños agujeros en la pared por los cuales se van a introducir la cámara y herramientas necesarias para acceder a la habitación. Una vez dentro, podríamos visualizar por completo todos los rincones y elementos de la habitación.

Por lo tanto, podemos concluir que la artroscopia en comparación con la cirugía abierta es:

• Menos invasiva.

• Requiere de un menor tiempo de hospitalización.

• El proceso de recuperación es más rápido.

• El procedimiento es notoriamente menos doloroso.

• Deja resultados más estéticos, ya que las incisiones son más pequeñas.

• Implica un menor riesgo a generar infecciones o problemas de cicatrización.

Antes de la cirugía

Antes de proceder a realizar la artroscopia de hombro el paciente deberá:

• Asistir a una consulta con el especialista, para este decida los aspectos concretos de la intervención.

• Informarle al médico de cualquier medicamento que se esté tomando.

• Deberá organizar y acondicionar su hogar de modo que pueda llevar a cabo las actividades cotidianas con el brazo y la mano sanos.

• Es de suma importancia no ingerir nada después de la medianoche del día anterior al procedimiento.

• Llevar preferiblemente una camisa grande y con botones en el frente, para que de esa manera sea más fácil colocársela cuando lo den de alta médica y a su vez disminuya el riesgo de lastimarse al ponerse una camiseta por la cabeza.

Después de la cirugía

Si bien la artroscopia de hombro es una cirugía mínimamente invasiva, existen una serie de recomendaciones indispensables para después de realizada la  intervención.

• Con el pasar de los años y los avances médicos se ha demostrado que mantener completamente inmóvil y en reposo la articulación del hombro luego de haber realizado esta cirugía, aumenta significativamente el riesgo de padecer rigidez postquirúrgica y atrofia muscular. Por eso, lo más recomendable es realizar continuamente movimientos progresivos que impliquen poca carga de peso, esto con la finalidad de activar los músculos y mejorar la circulación en la articulación. Desde luego se deben evitar movimientos bruscos que pongan en riesgo la cirugía realizada.

• Otra recomendación es mantener una movilidad articular activa, hacer uso de bicicleta estática o elíptica y efectuar ejercicios isométricos (estos son aquellos ejercicios en donde se contraen los músculos sin mover las articulaciones).

• Mientras aun estén presentes los puntos o grapas lo mas recomendable es evitar mojar las heridas, esto favorecerá el proceso de cicatrización. Dicho proceso suele llevar por lo menos unas 2 semanas.

El tratamiento rehabilitador, controlado por profesionales, es fundamental para la recuperación de movilidad. En caso de reparación del manguito de los rotadores o del labrum glenoideo se realizaran movimientos más limitados hasta la cicatrización de la lesión, mientras que en los casos de capsulitis retráctil o síndrome subacromial, se comenzará con la movilización del hombro en cuanto el dolor se lo permita.

Debe acudir a revisiones para valorar evolución y ante cualquier pregunta o problema que se plantee, no dude en ponerse en contacto con nosotros.