La resonancia magnética (RM) se trata de un procedimiento seguro y no invasivo que se utiliza para observar imágenes detalladas del interior del cuerpo del paciente. A diferencia de otras técnicas de diagnóstico por imagen, como el TAC (tomografía axial computarizada), la resonancia magnética no utiliza radiación ionizante, lo que elimina el riesgo asociado a la exposición a este tipo de radiación.
¿Cuáles son los principales riesgos de una resonancia magnética?
Los riesgos de la resonancia magnética son derivados de la introducción de implantes metálicos, como puede ser un marcapasos o prótesis metálica u otro objeto o material (normalmente ferromagnéticos) en la sala donde se encuentra el equipo que interaccione de alguna manera con éste.
Estos riesgos son evitables en la mayor, si no en la totalidad, de los casos, si el personal que maneja el equipo tiene una formación apropiada y la información sobre el paciente es completa.
No es fácil de tolerar una resonancia, pues supone un reto para muchas personas. No obstante, existen una serie de trucos para aguantar una resonancia magnética y que la prueba salga lo mejor posible.
Otros riesgos se pueden dar cuando un paciente cuenta con tatuajes permanentes, ya que hay pigmentos que contienen metal en la tinta. Para evitar cualquier posible riesgo, se recomienda consultar con el médico antes de la resonancia.