Los niños también son candidatos muchas veces para realizarse pruebas médicas de imagen. Esta prueba diagnóstica no presenta ningún riesgo a menos que el niño tenga algún tipo de objeto metálico implantado en el cuerpo. Sin embargo aunque cada niño es diferente, los temores al médicos, agujas y hospitales son habituales y una resonancia también, claro. El miedo puede ser controlado con la ayuda de los padres, médicos y personal sanitario. Aquí proponemos como quitarle hierro al asunto (el hierro y la resonancia se llevan fatal ;))
- Explica en qué consiste la prueba a tu hijo de manera simple, si son muy pequeños poco antes de la prueba y a los más grandes con más tiempo para entenderlo mejor por adelantado.
- Explica que parte del cuerpo va a ser examinada.
- Explícale como se va a sentir mientras se somete al estudio.
- Muéstrale imágenes de cómo es la máquina y lo que se quiere conseguir con ella.
- Deja que te haga preguntas y responde con sinceridad. Si está nervioso/a o tiene miedo, dile que estarás cerca y que incluso puedes acompañarle durante la prueba.