La mayoría de las personas sufrirán dolor de rodilla en algún momento en su vida. Los deportes, el ejercicio y otras actividades pueden causar tensiones musculares, tendinitis y lesiones más graves de los ligamentos y del cartílago. El dolor de rodilla puede ser severo, limitando la actividad diaria normal o puede ser leve, pero crónico, impidiendo el estilo de vida activo deseado. En cualquier caso, es un problema que no debe ignorarse y debemos saber es que ante un dolor de rodilla limitante tenemos que tratarlo. Caderas y rodillas, son articulaciones de carga que lesionadas pueden desestabilizar el centro de gravedad y la marcha, produciendo otras lesiones secundarias.
Pero, ahora que se consulta todo en internet, nos planteamos preguntas como:
- A partir de cierta edad, ¿todo dolor de rodilla es por artrosis?
- ¿El aporte de ácido hialurónico o plasma rico en plaquetas siempre funciona?
- ¿Es aconsejable la cirugía artroscópica para mi lesión de menisco?
Merece la pena buscar un superespecialista de rodilla. Una buena exploración de la articulación, realizada por un traumatólogo con experiencia, dará muchísima información, que se complementará con la que proporcione la imagen diagnóstica como la radiografía, la resonancia magnética o la ecografía y nos aclarará seguramente las dudas.
Los problemas más comunes de la rodilla y sus tratamientos
Problemas de menisco
Aquí podemos contemplar la rotura aguda o la rotura degenerativa del menisco. Esta entrada de nuestro blog nos da amplia información sobre la rotura de meniscos.
Problemas de ligamentos
La más habitual es la rotura del ligamento cruzado anterior, que ya detallamos en esta entrada:
Problemas de cartílagos
También aquí podemos distinguir entre lesión degenerativa y lesión aguda: El cartílago desgastado no se regenera, es la llamada artrosis de rodilla. El tratamiento suele ser de fisioterapia o también infiltraciones de ácido hialurónico o de plasma rico en plaquetas. El tratamiento con ácido hialurónico tiene como fin lubricar las superficies articulares en contacto, disminuye el dolor, pero el efecto no supera un año. Estas infiltraciones no funcionan en todos los pacientes, pero no perjudican a la rodilla como las de corticoides. Otra opción es la operación del cartílago de la rodilla.
En los casos de artrosis severa puede recomendarse la prótesis de rodilla. En las lesiones agudas de cartílago se va a buscar formar algo parecido al cartílago, llamado fibrocartílago, bien mediantes microfracturas, mosaicoplastia o transplante de condrocitos
Las lesiones femoropatelares habitualmente son un problema de cartílago. La condromalacia rotuliana es una de las más habituales. La enfermedad de Osgood-Schlatter es una hinchazón dolorosa de la espina tibial anterior causada debido a la sobrecarga repetitiva antes de que la zona haya finalizado su crecimiento. Es común en adolescentes que practican deportes.
Cuidando tus rodillas en 5 pasos
Mantente en movimiento
Realiza estiramientos todos los días (por lo menos de 10 a 15 minutos) y trabaja progresivamente para ser más flexible. Trabaja a un ritmo en el que te sientas cómodo y después incrementa lentamente la dificultad de los ejercicios. Cuando hagas estiramientos, usa prendas de vestir cómodas. Haz ejercicios de calentamiento antes de empezar a estirarte. Empieza con estiramientos más fáciles y luego pasa a los más difíciles.
Consigue estar en el peso adecuado
Incluso una pequeña pérdida de peso ayuda. La reducción de un kilo en la masa corporal se relaciona con una disminución de cuatro kilos en la fuerza ejercida sobre la articulación de la rodilla en cada paso. Esto es muy importante cuando se sufre de artrosis en la rodilla y por ello el traumatólogo recomienda hacer dieta y ejercicio.
Comer pescados ricos en Omega-3 ayudan a mantener las articulaciones saludables y reduce la inflamación en ellas. El calcio y la vitamina D ayudan a mantener los huesos fuertes. Los productos lácteos y algunos vegetales como el brócoli o la col rizada, son buenas fuentes de calcio.
Fortalece la musculatura que rodea a la rodilla
Proteger la articulación de la rodilla pasa por fortalecer la musculatura que la rodea y que ayude a soportar la mayor parte de la tensión a la que se somete. El cuádriceps, los gemelos y los isquiotibiales deben estar fuertes siempre-. También los aductores que recorren la parte interna de la pierna contribuyen a estabilizar la articulación.
Ejercicios como flexiones, sentadillas, equilibrio con balón medicinal, trote con pierna alta, bicicleta, spinning, estocadas caminando y nadar fortalecen las rodillas.
Evita doblar demasiado la rodilla con peso
Al doblar demasiado la rodilla con peso realizamos un movimiento demasiado largo en el que se implican varias partes de la rodilla pudiendo afectar alguna de ellas al centrar toda la fuerza en una sola parte.
Las piernas aguantan mucha carga, ya que las usamos para desplazarnos, y por lo tanto está bastante bien tonificada, pero a pesar de esto si elevamos mucho peso, las rodillas se pueden dañar. No doblar la pierna mas allá de 90º asegura que la rodilla queda apoyada justo encima del pie.
Evita impactos en la articulación
Las mejores opciones de ejercicios son aquellas que generan menos impacto en las rodillas. Con el simple acto de correr todo nuestro peso corporal se multiplica sobre las piernas y los pies. Esto es importante si además estamos acostumbrados a caminar sobre un terreno tan duro como el asfalto.
Un calzado óptimo, saber como apoyar el pie y elegir un terreno adecuado evitarán lesiones en la rodilla. Caminar sobre césped, adoquines o arena blanda pueden causar tropiezos.