Seamos optimistas

UN OPTIMISTA  ES EL QUE CREE QUE TODO TIENE ARREGLO, UN PESIMISTA ES  EL QUE PIENSA LO MISMO, PERO SABE QUE NADIE VA A INTENTARLO.

(El Perich).

 

Dra. Beatriz Galindo Martens

betatriz-galindo

Queridos lectores, hoy organizando un sin fin de fotos de distintos tratamientos de mis pacientes, he encontrado estas dos que os muestro más abajo, y se me han venido tantas ideas y reflexiones personales a  la cabeza, que he decidido sacar un poquito de tiempo para poder compartirlas con todos vosotros.

 

La realidad es que la foto culpable de mis reflexiones es la primera (el antes) y luego he tenido que buscar el resultado final de mi tratamiento para poder demostrar que no debemos ser pesimistas, porque existen personas profundamente enamoradas de su profesión que siguen dispuestas a “intentarlo”.

 

Voy a  resumir y contaros en orden, el torrente de ideas que me han venido a la cabeza; realmente es muy curioso como funciona nuestra mente,  y como, una foto nos trae un recuerdo y ese recuerdo un sentimiento personal y ese sentimiento una reflexión….. ( creo que los publicistas practican esto en grupo y lo llaman brainstorming).

diente-roto-imtra

Esta foto, culpable de mis reflexiones es de un paciente adulto que acudió a mi consulta así. Se le había caído un empaste que le habían hecho cuando era un niño, tras  fracturarse este incisivo en un accidente que no os puedo contar porque no me acuerdo, pero que es igual, porque es de esos accidentes que tienen todos los niños, bueno, por lo menos los que juegan…

Pues es de esto mismo en lo que derivó mis pensamientos, en un cúmulo de caras de niños en situaciones similares que tengo en la consulta y claro, como no, automáticamente me acordé de mis hijas; no tengo ninguna, por lo menos todavía, con una fractura dentaria, pero sí han sufrido diversos traumatismos y algunos de ellos en el rostro, hemos pasado por suturas en cejas, labios y otro tanto de carreras a urgencias..

Esto derivó en mi siguiente reflexión: Lo que siente una madre cuando su hijo tiene un accidente, y la lesión va atener una afectación estética, que aunque sepamos que es leve, también sabemos que es irreversible:

¡Que mala suerte! ¡Que faena!  ¿Le quedará mucha cicatriz? ¿Pues no se podía haber caído antes y haberse roto un diente de leche?

diente-arreglado-imtra

Aquí se ve el tratamiento terminado con una carilla de porcelana, el resultado es tan natural que mi reflexión final me lleva a deciros:

Seamos optimistas: casi todo tiene arreglo si trabajamos dando lo mejor de nosotros y poniendo los mejores medios que hay a nuestro alcance.

2 comentarios
  1. vanesa
    vanesa Dice:

    Es tanta la razón que llevas con esta reflexión, que hace que en ti vea una gran profesional, y que realmente es tu vocación y tus trabajos siempre quedan perfectos, impecables, q nadie se atreve a pensar que una pieza este restaurada.

    Por otra parte tu reflexión me hace prensas muchas cosas, y una de ellas es que nos preocupamos demasiado por pequeñas cosas como una cicatriz que apenas se va a notar con el tiempo, y nos olvidamos de que esa cicatriz y se la han hecho disfrutando y divirtiéndose, sera un recuerdo de un buen rato,

    Sigue describiéndonos así que leerte me gusta.

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.